El número de casas con peligro de colapsar en la ciudad fronteriza entre México y Estados Unidos se ha visto aumentado hasta 272. Esto ha provocado que más de mil personas hayan sido desalojadas por la inestabilidad del terreno. Anteriormente, el número de casas en riesgo de colapso en una colonia de Tijuana, Baja California, era de 90 hogares. En poco tiempo, esta cifra se ha visto triplicada y ello ha afectado a más de mil personas.
Unas 100 familias se vieron obligadas a abandonar sus casas a finales de febrero en el terreno accidentado y montañoso de la colonia Camino Verde, después de que se abrieran grietas en el suelo. Esto, lógicamente, provocó que se derrumbasen vario de los edificios de la zona. Sin embargo, el problema parece ir a peor, obligando a evacuar a muchas más personas después de que se ampliara el área perteneciente a una zona de alto riesgo de desprendimiento.
Entre la gente afectada se cuentan al menos 28 discapacitados, 365 menores y otros 782 adultos ciudadanos que no podrán volver a sus hogares, lo que eleva el total a 1.175 personas.
El subdirector de Protección Civil de Tijuana, Alberto Castro, dijo que las condiciones del lugar y el tipo de construcciones realizadas en la zona fueron una combinación arriesgada. Señaló además que la presencia de humedad en la tierra o las pendientes pronunciadas sin protección, así como las construcciones muy pesadas para ese tipo de terreno hacían más probable los derrumbes. Además, si a eso le sumamos algunas microfallas o fallas geológicas, la situación se ve gravemente empeorada y ello hace más posible que el suelo se desprenda.
Las reacciones de la gente afectada
Los lugareños no han tardado en hacer sus declaraciones. La casa de una mujer local llamada Dolores ya no tiene techo ni paredes. Como es comprensible, la mujer dijo que echaba de menos el hogar que su familia se vio obligada a abandonar. Comentó también que su marido no quería irse hasta que escuchó que se estaban precipitando cosas pesadas. “Me dan ganas de gritar porque estaba muy acostumbrada a vivir aquí”, dijo Dolores.
Por otro lado, otra vecina de la localidad, María del Carmen Pérez, hizo hincapié en que las pérdidas las sufrirán sus hijos. Piensa que los sentimientos de toda una vida pueden venirse abajo en un momento y que los bienes que ya habían legado a sus hijos se hayan destruido es una tragedia.
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, declaró que las familias recibirán apoyo económico. Según ella, están buscando un terreno donde poder reubicar a estas familias, pero entre tanto se les ofrecerán ciertos recursos para que puedan rentar una casa temporal.
A pesar de estas declaraciones, también surgieron ciudadanos descontentos que se enfrentaron a Ávila alegando que los funcionarios no habían cumplido su promesa de entregar fondos. Las quejas iban dirigidas a que se prometió que se iba a dar apoyo, pero cuando los ciudadanos llevaron sus papeles, los regresaron y les dijeron que no, según dijo una mujer. Aparte de esto, también se quejaron de la respuesta de los funcionarios, quienes señalaron que sólo podían dar ayuda a los propietarios. A modo de respuesta, la gobernadora Ávila Olmeda dijo que todas las familias debían recibir el mismo trato, antes de encomendar la tarea al secretario de Bienestar del Estado.
Una zona con un peligro de derrumbe histórico
Por último, hay que señalar que las urbanizaciones en zonas elevadas de la ciudad se han construido sobre arroyos. Esto provoca que la falta de drenaje natural propicie que esas zonas sean vulnerables a los desprendimientos, aunque no está claro si ese fue el caso del barrio Camino Verde que sufrió el desastre natural. Las fuertes lluvias e inundaciones también pueden provocar desplazamientos de tierra y desprendimientos, al igual que los terremotos.
El caso de Tijuana es muy particular porque se encuentra en la zona de Falla Imperial, que abarca la mayor parte del sur de California y hace que Tijuana sea así de vulnerable a los terremotos. El problema de los desprendimientos y el desplazamiento peligroso de la tierra se remonta a años atrás en la ciudad.
A lo largo de la historia ha habido multitud de incidentes en varios barrios que han obligado a la gente a evacuar sus hogares. Hace siete años, en 2015, se dio el caso de un deslizamiento de tierra provocado por una fuga de agua y obligó a evacuar 19 viviendas en la colonia Anexa Miramar. Además de eso, 21 edificios más quedaron en riesgo de sufrir un destino similar. Ante esta situación, la agencia de Protección Civil de Baja California calificó el riesgo de desprendimientos y desplazamientos de tierra como un viejo y grave problema.
Sin lugar a dudas, hay zonas en las que es más peligroso levantar un hogar que en otras. En la mayoría de los casos, esto no se elige, pero el resultado es el mismo cuando hay un derrumbe. Entre otros factores, se puede culpar de esta desgracia a la historia de Tijuana, a la construcción irregular y abusiva de urbanizaciones en terrenos con capas de suelo que no están bien compactadas y que varían en su permeabilidad.